En 2009, América Latina no podrá sustraerse al desaceleramiento económico global. La profunda recesión en los países industrializados, los problemas en los mercados de capital (global y locales), y la caída de los precios de las materias primas internacionales (commodities), se conjuntarán para deprimir el crecimiento en toda la región. La demanda interna que alguna vez se mostró robusta, no logrará sortear estas presiones y el menor crecimiento en los países emergentes de Asia reducirá aún más la demanda externa para la región. Standard & Poor’s Ratings Services estima que en 2009 el crecimiento promedio ponderado real del PIB en América Latina será menos de la mitad del que alcanzó este año, cayendo a 2.1% desde 4.8%.